Receta de auténtica masa de pizza italiana
¡A quién le guste la pizza que levante la mano!
Hoy os quiero compartir una de las recetas más sencillas y sanas de preparar y es la de la auténtica masa de pizza italiana, explicada paso a paso y con muchas fotografías para que veas lo fácil que es preparar la masa de pizza y disfrutarla después.
Si eres una cocinillas como yo, preparar masa para pizza puede ser divertido y fácil, ya que es similar a la receta de pan casero, y no te llevará más de 20 minutos disfrutar de una auténtica y crujiente masa para pizza preparada en tu horno de casa.
Además, como seguramente ya sepas, las pizzas refrigeradas por muy sanas que se vendan, tienen mucha sal, demasiada grasa (trans incluida, la más perjudicial) y muy poca calidad nutricional, por lo que generalmente las pizzas y masas preparadas que se venden, no son la mejor solución para una alimentación equilibrada.
Creo que no es necesario que te dé más motivos para probar con tu propia masa de pizza casera, así que ¡manos a la obra!
Comenzamos con los ingredientes
Para preparar la masa de pizza, debes contar con los siguientes ingredientes que fácilmente puedes encontrar en los supermercados:
- 1 kg de harina de trigo de fuerza. Fíjate, porque la tendrás en el supermercado al lado de la de siempre.
- ½ litro de agua templada. Puedes calentarla en un cazo, en el microondas o en un hervidor de agua. Ojo, no se recomienda que hierva.
- 1 cubilete de 25 gramos de levadura fresca. Las tenéis en dos cubiletes de 25 gramos en los supermercados. Aunque el propio cubilete indique que la medida es de 25 gramos por cada 500 gramos de harina, se puede preparar con un único cubo. Quien quiera añadirle dos cubos puede hacerlo tranquilamente, pero ten en cuenta que crecerá mucho más la masa.
- 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra, o lo que viene siendo un buen chorro de aceite.
- 20-25 gramos de sal. Aunque puedes bajar o subir las cantidades a tu gusto.
Preparación paso a paso
Pues lo primero de todo es recomendarte que tengas un bol de cocina de buen tamaño a mano, ya que tendremos que vaciar gran parte de la harina a excepción de unas 5 cucharas soperas, para luego ir engordando la masa y trabajar en la encimera.
En otro bol, colocaremos el agua tibia y mezclaremos con la levadura fresca para que se disuelva fácilmente. Veréis que al romper el cubo, se hacen pequeños trocitos que luego son fáciles de disolver. Removemos hasta que lo tengamos perfectamente disuelto.
Con la harina en el bol haremos un agujerito con las manos o con una cuchara, para darle forma de volcán, donde echaremos la levadura disuelta en el agua tibia.
Una vez incorporada el agua con la levadura y con la ayuda de una cuchara de madera, iremos mezclando la harina desde dentro del volcán hacia fuera, para poder ir creando la masa.
A continuación y con la levadura y el agua integrados perfectamente con la harina, añadiremos el aceite de oliva virgen y la sal.
Es importantísimo que la sal se añada en este punto y nunca antes, ya que interfiere en el natural proceso de la fermentación de la masa.
Seguimos removiendo para mezclar los últimos ingredientes.
Llegados a este punto, podrás ver que ya se empieza todo a parecer a una masa (además de lo bien que huele), prueba de ello es que en la foto la masa ya es lo suficientemente compacta y pegajosa como para comenzar con una de las etapas más importantes: el amasado.
El amasado de la masa
Pues ahora toca ensuciarse un poco, por lo que extenderemos harina de la que nos sobró en la bancada o encimera, para poder trabajar la masa. Colocaremos la masa pegajosa del bol sobre nuestra “mesa de trabajo” y amasaremos para incorporarle un poco más de harina y hacer que pierda ese tacto pegajoso.
Podrás ir viendo como durante el amasado, la masa recoge gran parte de la harina que hemos destinado para trabajar en la encimera, así que vamos por buen camino. Y podrás notar que la masa está lista cuando se te vaya despegando de las manos.
El secreto
¿Qué hace que la masa esté tan rica y crujiente? Pues lo que a continuación te voy a contar, y suele ser el secreto de los grandes restaurantes de pizza.
Debes trabajar la masa durante unos 10 minutos haciendo una forma alargada de pan y retorciéndola entre sí, una y otra vez.
Con este tipo de trabajos, aunque te adelanto que la masa se empieza a resistir en este momento, conseguirás una masa en su perfecto punto para dejarla reposar.
Mi recomendación es que no la trabajes en exceso, ya que no estás preparando hojaldre o galletas caseras: recuerda que la levadura está fermentando los ingredientes y es necesario dejar que crezcan tranquilamente.
¡Pues dicho y hecho! Dejaremos la masa en un bol, que cubriremos con un trapo húmedo para que crezca.
¿Cuándo estará lista?
Pues depende un poco de todo: calidad de la harina, temperatura…lo habitual suele ser dejarla reposar aproximadamente una hora en un sitio en el que no le de la luz directamente, aunque hay casos en los que puedes llegar a tenerla hasta hora y media.
El punto ideal de la masa se consigue cuando la aprietas un poco y vuelve a su estado inicial, llegados a este punto, ya puedes utilizarla como base de pizza.
La pregunta del millón: Me ha salido mucha masa ¿puedo congelarla?
En función de la harina utilizada, la cantidad de levadura empleada y el grosor de la pizza que quieras, pueden salirte entre 2-3 bolitas para hacer masa, del tamaño aproximado de la bandeja del horno. Pero salvo que seáis muchos en casa, seguramente te sobre, así que puedes congelarla en bolitas recubiertas de film transparente para preparar pizza otro día.
Horneado
Yo la preparo con el horno (precalentado 15 minutos a 200º C) con el calor desde debajo, y en unos 10-12 minutos está lista. Vigila, que el tiempo corre, o comerás pizza quemadita :P
Más secretos
Ya sabes que a una pizza puedes echarle lo que quieras: carne, verduras, pescado…hay miles de opciones y combinaciones para probar, y todas y cada una de ellas son deliciosas, pero hay otro truco que quiero compartir con vosotros y es echarle un chorrito de aceite de oliva virgen antes de meterla en el horno, siempre que los ingredientes a hornear no sean muy grasos como el pepperoni, salami, bacon o similares. Mi favorita es con la masa fina.
Ahora ya sabes cuál es el secreto de la auténtica masa italiana para pizza, preparada artesanalmente, en nuestra propia casa y con ingredientes sanos y 100% naturales.
¿Te atreves a hacer pizza casera? Seguro que te queda de rechupete, así que ¡ya me contarás!
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