Estamos en Otoño, las hojas de los árboles empiezan a caer, dando un aspecto acogedor a las calles y parques de nuestra ciudad con un manto de colores rojizos y anaranjados de estas hojas ya secas. Y yo tengo una cenita dentro de poco con unos amigos!
Tendré que buscar una forma de decorar la mesa que utilizaré para la cena sin tener que gastar dinero pero que su vez resulte bonita y vistosa pero sin ser recargada.
Si unimos el estar en otoño y que tengo que decorar, sólo se me ocurre la idea de aprovechar los recursos naturales que nos ofrece la propia estación.
Concretamente mi mesa es un marrón oscuro (wengé), pero lo que os voy a proponer también es aplicable a cualquier tono de color, así que no os preocupéis.
Esta idea se me ocurrió en uno de los muchos paseos que hago a un parque que tengo cerca de casa y mirando como caían unas hojas de árbol al suelo bastante grandes decidí coger algunas, aunque sugiero que os vayáis a zonas donde hayan muchos árboles para tener donde elegir en tamaños y tonalidades.Y si además recogéis algunas piñas mejor quedará la composición.
Una vez tenga todos los elementos que necesito, creo que pondré simplemente unos manteles individuales para cada comensal de esos que venden en cualquier tienda de decoración (unos muy bien de precio los podemos encontrar en Zailand y casashop) o incluso en los “todo a un euro”, aunque yo me decanto por los realizados en bambú porque me encanta como quedan en mi mesa, y como única decoración nos limitaremos a dispersar las hojas de árbol más bonitas que tengamos junto con las piñas de manera aleatoria, cuidando un poco la estética, claro.
Ya veréis que resultado da!
Imagen por dereklink